14 de agosto

¡Hola caracolas! 

Feliz septiembre y feliz vuelta al cole. Ya os decía en agosto que nos veríamos en septiembre de nuevo, que con el ajetreo de la boda y la luna de miel no daba hecho, así que lo prometido es deuda, y estoy de vuelta y con las pilas cargadas.

El de hoy creo que es el post más esperado de la historia y el que a mí me hace más ilusión compartir. Mi boda. Nuestro día. 14 de agosto. Domingo.

Todo lo que te dicen de que es el mejor día de tu vida puedo decir que hasta se queda corto. Mirar a tu alrededor y ver a toda esa gente que es tan especial para tí, allí, todos juntos. Yo sentía que me estallaba el corazón. La cara me dolía de tanto reír. Felicidad pura.

Todavía no tengo fotos "oficiales", así que todo lo que os enseño son fotos que nos pasaron, más adelante os enseñaré las del fotógrafo.

¿Preparados? Vamos paso por paso.

Empiezo por el secreto mejor guardado. El vestido.

Ya os había contado que yo me enamoré de mi vestido nada más verlo en el avance de la colección de Pronovias Atelier 2016. Me pareció tan sencillo y tan elegante, que fue un flechazo instantáneo. Llamé a Pronovias de Vitoria para ver si lo tenían, y al verlo la primera vez, tenía claro que era el mío. No había duda.

Los zapatos, siempre fueron mis Valentino, mi regalo de pedida los que me acompañarían en este día tan especial, y después los cambié por unos tacones rojos (como no).

De joyas solo llevaba el anillo de pedida, y unos pendientes vintage preciosos de mi tatarabuela, que me regaló mi abuela. No se si os habréis fijado, que jamás llevo pendientes, así que para poder llevar en mi boda tuve que estar todo agosto con los medicinales para que no me dieran alergia :)

El pelo. Lo único que medio se chafó en mi boda. Siempre pensé en llevar unas ondas rotas, muy abiertas. Sin embargo en la peluquería me hicieron una cagada, y las ondas no me aguantaron. Para cuando me estaba maquillando ya se me habían caído prácticamente del todo. Así que en vez de amargarme por el pelo, cogí un cepillo, y peiné lo que quedaba de las ondas, y llevé el pelo como cualquier día. Fue lo mejor que pude hacer. Fui natural, fui cómoda y fui yo al 100%.

Los tocados. Ay mis tocados. Tenia claro que llevaría corona. Sabéis que soy la tonta de las cosas en la cabeza. Amo las flores y teniendo en cuenta el tipo de boda que haríamos me gustaba el rollo de la corona. Muchas empresas se ofrecieron a hacerme el tocado sin embargo yo desde el minuto 1 tenia claro que quería que me lo hiciera Ana Tourón de Tocados Mariana. Conozco a Ana desde hace muchos años, se como trabaja, hace cosas increíbles para el pelo, y confiaba en ella 100%. Mi corona es de hortensias preservadas, con unas florecillas rosa palo muy pequeñas. En los siguientes post os enseñaré más cosas suyas y como fue el proceso de creación. ¡Mil gracias Ana!

Os dejo su web aquí

Y después para cambiarme llevé un tocado de orquídeas, obra de la mejor florista del mundo, Marta Gato Candamil. Sin ella la boda no habría sido lo mismo. Eres muy grande Marta.

El ramo. Nunca vi ramo tan precioso. También creación de Marta Gato Candamil. Llevamos meses tramando como sería. Cambié varias veces de la idea inicial, que era muy simple, hasta llegar a esta maravilla. Con su rollo hippie, romantico, atado con un trozo de tela de mi vestido, y que por dentro estaba dividido en dos, para entregárselo a dos de mis mejores amigas. Nunca me cansaré de darte las gracias, cherevellis!

La ceremonia

Ya os comenté que la ceremonia fue civil, en el mismo pazo. Fue muy muy emotiva. Hablaron muchos de nuestros familiares y mejores amigos. Incluso mis mejores amigas de sorpresa cantaron Hallelujah, una de mis canciones favoritas. Casi muero de amor allí mismo.

Como ya habréis visto, al altar me llevaron los chicos de mi vida. Mi padre y mi padrino, que es un segundo padre para mí, y era importantísimo que fueran los dos los que me acompañaran en ese momento, mientras sonaba Yellow de Coldplay

Deco

TODA, absolutamente TODA la decoracion de nuestra boda la hicimos nosotros. Entre mi padrino, manitas entre los manitas, mi familia y Marta nos curramos toda la deco de la boda. Nuestra temática fueron los viajes. Los sitios en los que habíamos vivido, habíamos estado y eran especiales para nosotros.

Cartel de bienvenida

Making of del cartel (mucho pinté para la boda, madre mía)

De sopresa nos llevaron una Vespa retro. Que preciosa estaba con las hortensias <3, y al lado una mesa con sus sillas, los cafés, un mapa y una reflex, como no.

Al ser una boda en jardín regalamos unos Lle-Llés, que son funditas para los tacones, para no hundirse en la hierba. Con un banco, y un letrero que ponía, ¡Taconea sin problema!

Barra libre de confetti & Kleenex

Siempre había querido hacer un señalizador, así que dicho y hecho

Nos casamos mirando al publico, debajo de una pérgola preciosa.

Letras maravillosas que nos hizo mi padrino. ¡Eres el mejor!

Seatting Planner

No podía ser de otra manera. Contigo al fin del mundo. Cada mesa era una ciudad,  cada marco correspondía a una mesa, y con los fondos de mapamundi y de rosa de los vientos.

Photocall de Polaroid

Mesa de firmas

La carpa

Escogimos la mantelería en negro, ya que nos encantó el contraste con los centros de mesa en blanco, y con las lámparas de araña.

Entrada a la carpa

El jardín

La carpa tenía unas puertas correderas que daban a un jardín, así que las abrimos y pusimos el tabaco fuera, la barra de los cocktails, y el baile nupcial también lo hicimos fuera. Y todo el mundo con su bengala, acompañándonos al ritmo de Copenhague de Vetusta Morla. No podía ser otra canción.

Aún me quedan muchas cosillas por enseñaros, como lo que regalamos, que fue una vela monísima con su cajita todavía más mona, o las fotos del fotomatón que pusimos para el baile, el kit antiresaca... Pero bueno, para ser el primer post, no os quejéis! :)

Muchísimas gracias a todos los que nos habéis felicitado, a los que nos habéis ayudado a hacer este sueño posible y sobre todo a los que habéis compartido con nosotros este 14 de agosto, porque ya sabéis que la felicidad solo es real cuando se comparte. Os queremos.

Ya lo decía Sabina.

Que todas las noches sean noches de boda, que todas las lunas sean lunas de miel.