Diario de la novia : ¡Me caso!

193 días para el día B

Por fin hace unos días gritamos a los cuatro vientos que nos casamos. Estaba deseando compartir esta felicidad que llevo dentro con todo el mundo, pero lógicamente, primero tuvimos que contarlo a nuestra familia y amigos.

Como sé que os chiflan estos post de "marujeo", he decidido, contaros un poco la historia, e ir haciendo poco a poco algún post de cómo voy organizando mi boda. Lo primero porque a mi me sirven de mucha ayuda las webs / videos de YouTube que tratan estos temas, y lo segundo porque muchos ya me lo habéis pedido. Así que vuestros deseos son órdenes.

Nunca fui mucho de Reyes. Siempre fui niña de Papá Noel, no se por qué. Pero este año los Reyes me trajeron el mejor regalo de mi vida. La mayoría sabéis que Efrén y yo llevamos casi siete años juntos, de lo cuales, hemos convivido cuatro y pareja de hecho desde hace dos. Hemos hablado de casarnos desde hace mucho, pero parecía que nunca llegaba el momento perfecto. Vivimos lejos de casa, y teníamos la idea de casarnos al volver a Galicia. Muchas veces las cosas no salen como nos imaginamos, y salen incluso mejor.

Siempre le había dicho a mi chico, que el día que me casara quería llevar algo especial. Los Rockstud de Valentino son mis zapatos favoritos y hace siglos que quería casarme llevándolos puestos. A él se le quedó grabado a fuego, y como se suele decir, un zapato puede cambiarte la vida. 

La noche del día 4 de enero, después de llevar 9 horas trabajando, salí del curro reventada. Efrén y Ava me vinieron a buscar en coche. Yo no sospechaba nada, claro. Y al entrar en casa me encontré con esto...

Al más puro estilo Love Actually, en el pasillo de mi casa, mi hogar, estaba mi petición de matrimonio. Y al seguir la estela de papeles, encima de mi cama, allí me esperaban. Mis Valentinos. Y tal cual Cenicienta, llorando como una magdalena, le dije al amor de mi vida que SÍ.

La cosa no acabó ahí, sino que pese haber dicho mil y una vez que no quería anillo de compromiso, él tenía uno para mí. El cual ahora no me quito para nada. Nunca digas nunca. No siempre se acierta, y modifiqué mi anillo. No seríamos nosotros si yo no me quejara y Efrén no metiera la pata en la elección de regalos :) Ahora mi anillo es tal cual siempre me había imaginado, diseñado por mí, y hecho por una joyera. Único en el mundo.

Una vez se hizo oficial, empezamos con los preparativos, que van viento en popa a toda vela. Pero eso ya os lo iré contando más adelante, no seáis ansiosos 

Empezando la cuenta atrás...

L , novia novata